
Autor: Iñaki Landaluce López Performance Fitness Coach / Especialista en Rendimiento a través de Movimiento. Entrenador de esquí alpino. |
ADAPARTE a cualquier situación, sin lugar a dudas, conlleva una gran sensación y seguramente muchos beneficios…yo, por lo menos, eso pienso…y eso me ocurre cuando logro decir que “me he conseguido adaptar a algo” , incluso a alguien.
La función de entrenar es conseguir adaptar todos nuestros sistemas a nuevas situaciones. Situaciones que, en un primer momento suponen un mayor compromiso para ellos.
Así que el tema que domina este segundo nuevo artículo, se construye en torno a la palabra ADAPTACIÓN.
Aunque, antes, si no has tenido la oportunidad de leer el primer artículo sobre “Del entrenamiento en el gimnasio a esquiar”, te invito a que dediques 5min a leerlo.
Te dejo el link aquí
Así, seguro que podrás sacarle todo el partido a este segundo artículo que aquí comienza, y lo hace con la siguiente pregunta…
Rendimiento ¿Para qué me sirve invertir horas en el gimnasio si lo que busco es disfrutar, divertirme, aprender mucho encima de los esquís … sacar mi máximo rendimiento en cada bajada?
Voy a utilizar dos ámbitos distintos para argumentar el para qué: el ámbito fisiológico (tranquilo, no seré muy científico y sí dinámico); y el biomecánico (me reitero en lo mismo).
Las razones FISIOLÓGICAS:
Fisiológicamente: todos nuestros sistemas están diseñados para buscar un equilibrio entre sus componentes, para poder seguir subsistiendo, siendo así útiles en su función.

Sin embargo, se sabe qué para poder alargar su vida, deben ser sometidos a constantes momentos de estrés, para los cuáles, tal y como describíamos en el anterior artículo (“DEL ENTRENAMIENTO EN EL GIMNASIO A ESQUIAR: el Hardware y el Software del esquiador”), están hechos. Así que existe una simbiosis entre su durabilidad (por lo tanto, su salud) y su necesidad de actuar ante constantes cambios – situaciones de estrés a los que son sometidos.
Dichos sistemas, su función real es trabajar para resolver su estado de desequilibrio constante (creado por la situación de estrés a la que han sido sometidos) para volver a obtener un nuevo equilibrio…un nuevo cambio.
Y es en este momento cuando los sistemas sufren lo que se conoce como una ADAPTACIÓN. Es decir, un “nuevo orden” en base a su capacidad para no “sufrir” tanto ante una situación de estrés como la vivida

Por decirlo resumiendo: son MÁS FUERTES y MÁS RESISTENTES ante la posibilidad de que sean de nuevo cambiados / desequilibrados.
En el gimnasio, puedes someter a tus sistemas a muchas situaciones de estrés (por supuesto, deben ser ordenadas, creando una progresión sobre ellas, y por lo tanto controladas). Es decir, puedes entrenar para crear adaptaciones fisiológicas, con el fin de ser un ser humano más fuerte y más resistente…incluso más ágil.
Por lo que, entrenar en el gimnasio, te posibilitará utilizar estas adaptaciones para que, cuando todos tus sistemas actúen en una y otra bajada, intentando resolver todas las situaciones de estrés a los que son sometidos, no se rompan y puedan responder rindiendo al máximo.
Homeostasis y Alostasis:
Por si te interesa investigar algo más sobre este tema, para mí tremendamente interesante y vital para entender porqué y cómo se comportan nuestros sistemas para adaptarse a los entornos cambiantes a los que nos sometemos constantemente, te voy a nombrar dos conceptos que están íntimamente ligados: HOMEOSTASIS y ALOSTASIS.
La HOMEOSTASIS es el proceso por el cuál, en un ambiente constantemente cambiante, se produce la autoregulación de nuestras células, y por lo tanto, de nuestros sistemas, tendiendo a conservar cierta homogeneidad en sus condiciones internas, tratando de evitar lo más posible, variar de acuerdo a los cambios externos.
Este ambiente puede verse alterado por interactuar en entornos distintos ante demandas energéticas distintas.
Y es ahí, cuando la célula, al verse sometida a la necesidad de crear un nuevo equilibrio interno, se hace más fuerte, más resistente para ese determinado entorno. Se adapta.
El proceso por el cuál la célula crea un desequilibrio, un cambio en su composición interna, para poder adaptarse al nuevo entorno en el que opera, se llama ALOSTASIS. Pero para que este proceso de desequilibrio y nuevo equilibrio interno celular ocurra, es necesario ENERGÍA.


Una vez más, utilizar una analogía es muy interesante para explicarte con mayor eficacia este punto.
Imagínate que tu metabolismo (procesos físicos y químicos del cuerpo por los cuales convierten o usan energía para que todos los sistemas que lo componen puedan alimentarse de dicha energía y realizar sus funciones) es el motor de un Ferrari. Pero en vez de estar “alimentado” por un sólo depósito de energía (de gasolina), tiene varios con los que puede contar para afrontar las diferentes situaciones a las que se va a exponer. Hablando del Ferrari: para poder correr en un circuito; para poder subir un puerto de montaña; para hacer un viaje de larga distancia; etc. Y en función del tipo de exigencia a la que tiene que someterse, puede optar por consumir preferentemente pero no exclusivamente por un depósito u otro, dándole mayor eficiencia energética.
Sobre este tema, profundizaré en siguientes artículos. Y lo haré relacionándolo con tipos de entrenamientos, para que puedas entender, comprender, aplicar y entrenar tu eficiencia energética en función de tus objetivos.
Las razones BIOMECÁNICAS:
Biomecánicamente: todos los que esquiamos nos han explicado en alguna ocasión que esto de esquiar no es otra cosa que una lucha constante en busca de una correcta “deformación” del esquí.
Porque el esquí, para poder girar en cada curva, necesita ser deformado: concretamente necesita flexionarse (doblarse) y torsionarse (escurrirse como una bayeta).
Y para que esto ocurra, debemos colocarnos en una serie de posturas a lo largo de toda la curva, beneficiándonos de las distintas fuerzas producidas por la velocidad generada, siempre, por supuesto, teniendo en cuenta la constante acción de la gravedad.
Claro está, posturas en constante cambio (así que es mejor que lo llamemos MOVIMIENTOS). Corregimos: debemos movernos de una determinada forma encima de los esquís.
Estos movimientos son específicos para este deporte, pero comparten una esencia común con otros movimientos específicos de otras especialidades deportivas, y con otros movimientos cotidianos que realizas cada día 1 millón de veces.
A partir de estos movimientos básicos, que son la base del resto más específicos, podemos crear un “menú” de movimientos básicos más empleados: los conocemos como PATRONES DE MOVIMIENTO BÁSICO.
Y es aquí donde de nuevo quería llegar: para razonarte para qué resulta tremendamente útil entrenar en el gimnasio antes de calzarte las botas.


Que nuestro SOFTWARE ya haya experimentado dichos patrones de movimiento (aunque sea en un entorno no específico: no en una maravillosa estación de esquí, y sí, por ejemplo, en un centro de entrenamiento indoor) y por lo tanto los entienda y comprenda, posibilita que exista una aplicación de dicha experiencia de movimientos ya entrenados hacia los movimientos que ocurren encima de los esquís en cada curva, y que estos puedan realizarse de una manera más eficiente, aumentado así su rendimiento y la velocidad de su aprendizaje y aplicación. Por lo que podremos aprovechar al máximo cada indicación técnica del entrenador-profesor…por lo que podremos, con o sin profesor de esquí, disfrutar mucho más cada bajada encima de los esquís.
Te espero en los siguientes artículos.
Gracias por tu interés.
